Ya se acabó la temporada de caza al salto. Habrá que esperar otro año más para que se repitan los lances vividos durantes estos dos meses de caza. Ahora, nos queda el consuelo de los zorzales, que desgraciadamente están cumpliendo la dinámica de los últimos años, y pasan muy pocos zorzales, a pesar de los esfuerzos para que consolidaran los pasos empezando a tirarlos más tarde. En fin, que vamos a hacer.
El balance que podemos hacer de la temporada no es tan malo como pensabamos al principio. Al final se ha matado bastante caza, gracias sobretodo a la abundancia de conejos, que han llenado mucho el zurrón de los cazadores. Por su parte, la liebre ha cumplido mientras que las patirrojas han brillado por su ausencia, puesto que no han sido tan abundates como años anteriores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario